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La otra parte del Plan de Transición de EEUU para Venezuela: "asesinar a todo el liderazgo popular no alineado con la derecha"

sábado, 4 de abril de 2020
El horror de las sanciones contra poblaciones indefensas es genocidio ¡malditos gringos algún dia la pagarán!


Alfred Estenssoro Joves
El llamado Plan de Transición que EEUU pretende imponer de manera ilegal al gobierno y a los ciudadanos venezolanos no solo carece de base constitucional y jurídica para sustentarlo tanto a la luz del derecho venezolano como del derecho internacional, tiene varias vertientes, algunas declaradas expresamente y otras no. En este artículo hablaremos sobre las vertientes no declaradas.

Los estrategas estadounidenses con su experiencia de décadas llevando a cabo genocidios, golpes de estado y razias,  en diferentes latitudes del globo, trabajan actualmente en una metodología de espectro completo que incluye de manera integral los diversos métodos probados contra el gobierno y la población venezolana en los últimos 20 años: guerra psicológica, guerra económica, sabotajes de servicios públicos, asesinatos selectivos (al estilo del practicado contra Danilo Anderson, Robert Serra o Eliézer Otaiza, solo por citar 3 casos), campaña de propaganda de amplio espectro y judicialización de los factores políticos contrarios al proyecto supremacista norteamericano, a fin de demonizarlos para luego justificar cualquier atrocidad contra ellos. 

Se recurre además, a la amplificación del mensaje político pro estadounidense y anti venezolano de las sectas que han construido  una base de fanáticos fundamentalistas que no piensan, solo actúan conforme lo que le envían como línea sagrada, dice estupideces y se aferra a un perdón ganado a costa del sacrificio de todo un pueblo, al que el mensaje estigmatizador culpa de los males que vive al país, sin discriminar que tales males han sido producidos en amplia medida por la política de sanciones de EEUU que desde mayo de 2011 aplica sanciones sistemáticcas y sumamente dañinas a la economía del país, comenzando por PDVSA, corazón y músculo económico de la nación. Ese mensaje además de culparnos por los ataques de EEUU, nos invita a rendirnos, a ser sumisos, a no pensar y a odiarnos a nosotros mismos. Usted se reirá, pero para miles de personas eses es su modus vivendi, su manera de ganarse el paraíso que una parte de la humanidad lleva escuchando como oferta, desde los tiempos de la Roma Imperial hasta estos tiempos, donde el poder y el imperio trasladaron su asiento a Washington. 

En todo el entramado algunas cosas han fallado. EEUU pensaba que el debilitamiento producido por las sanciones al sistema de salud y a la calidad de vida de los venezolanos, tan prósperos durante los años del gobierno de Hugo Chávez, harían parte del trabajo sucio. Solo quedaba esperar que llegaran los viajeros infectados con el COVID-19 para que empezara la mortandad a gran escala. Pero algo falló en ese deseo tan vehementemente expresado por miserables y escorias como Juan Guaidó, Julios Borges o Ledezma. El gobierno, ducho en estas luchas, se les adelantó y con los pocos recursos disponibles y una robusta Plataforma Patria que alimenta los datos del Big Data Bolivariano conta la pandemia, ha logrado mantener en niveles sumamente bajos, durante el casi mes que lleva declarada la pandemia en nuestra nación, el número de contagiados, la mayoría importados, reduciendo de manera eficiente los contagios comunitarios. 

Transcurridos los días y viendo que la añorada mortandad no llegaba, EEUU decidió tomar cartas en el asunto y organizó junto con  el uribismo y el guaidotismo, un ataque militar mercenario con blancos selectivos. Pero el gobierno nuevamente se les adelantó. Y los pilló tan bien que hasta grabaciones existen de los preparativos criminales y antivenezolanos en tierras santanderianas. Ocurrido esto, EEUU que es como el matón del barrio que si no la gana la empata, recurrió a "someter a la justicia" (su justicia) a buena parte del alto gobierno, acusándolos de pertenecer a una organización de traficantes ideada en la cabecita mercenaria de un periodista español hace unos años, llamada el Cartel de los Soles, por estar conformada por militares, aunque entre los acusados abunden de manera casi exclusiva los civiles en puestos claves para la correcta marcha del gobierno: presidente, presidente del TSJ, ministro de la defensa, vicepresidente sectorial, presidente de la ANC, etc. 

Pero otra vez el asunto no caló. Venezuela no produce drogas y nos sitio de paso importante del narcotráfico según todos los informes de organismos internacionales encargados de monitorear el tema. Tal como a los sobrinos Flores, a quienes se llevó bajo engaño a otro país y allí se les capturó, al alto gobierno se le juzga por "conspiración" para traficar 250 toneladas de cocaína no sabemos si al mes o al año, a los EEUU, donde hay 65 millones de drogadictos. El problema con esas cifras y datos "raros" es que no se corresponden con los estudios que las mismas agencias estadounidenses presentan; tampoco con la dura realidad que indica que ninguno de esos presuntos cargamentos, contradiciendo la estadística más básica, ha sido decomisado. Entonces, en ausencia de cadáver, prueba reina de la "justicia" de EEUU el fiscal general que tantos crímenes ha cometido o justificado contra la humanidad, ahora la desecha convenientemente y hace ojos puyados antes la arrolladora realidad de casi 10 bases estadounidenses en Colombia y sembradíos creciendo año tras año. ¿Sospechoso, no?

Son los EEUU el mayor productor de marihuana y drogas de diseño del universo, el mayor consumidor y el país donde se mueve más del 60% de todo el dinero que la droga mueve en el mundo. ¿Hace falta alguna estadística, un dato más contundente que ese para demostrar que aquí el único narco estado que existe en verdad es EEUU? Un país que envía tropas a Afganistán y enseguida la producción de heroína pasa de 5% a 92% de toda la producción mundial; o que llega a Colombia con su Plan Colombia y a partir de allí los sembradíos aumentan sin cesar año tras año, como si en lugar de combatir la droga le echaran fertilizantes. Usted, querido lector es inteligente, razone, busque en internet, lealo en los mismos periódicos que han demostrado su odio a Venezuela y su gobierno, pero hágalo, vealo con sus ojos, lealo con sus ojos. Y cuando digo periódicos me refiero a diarios y publicaciones con trayectoria, no máquinas de mentira como La Patilla, VOA, Infobaoe, Armando o cuanta porquería se le ocurra financiar a la NED para justificar las maldades del régimen que gobierna EEUU y pretende gobernar el mundo. Búsquelo en SEMANA, El Espectador, BBC, etc. Pero búsquelo. Y multiplique sus hallazgos.

La mentira que pretende servir de justificativo al asesinato de miles de venezolanos se desmonta con la verdad. Que el "sistema de justicia" de EEUU acuse y juzgue a un país que ha declarado enemigo no tiene ningún valor. Quizás la fuerza logre destruir como lo han hecho en Irak, Libia, Siria, Yemen y tanto países víctimas de estos genocidas supremacistas, pero jamás se podrá decir que han actuado con ética y con la verdad como baluarte.

Sabemos que el "gobierno de tansicion", si se llegara a instalar, no haría elecciones sino hasta haber asesinado a todos los venezolanos que de alguna manera tienen la convicción de un mundo diferente. Lo que hoy hacen en Bolivia sería apenas un abrebocas en nuestro país. Acá los asesinos como Leopoldo López y sus secuaces tienen un ansia muy grande de sangre inocente. Pero no van a pasar, porque la cohesión de nuestro pueblo lo impedirá hoy, mañana y siempre.

He dicho.

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